Me estoy volviendo guarra

relatos eróticos, Me estoy volviendo guarra, Tienda Afrodita

Contándole a un amigo mis pecado

Volví a caer. No sé como pasó. Volví a dejar mi boca para el deleite caprichoso de un tío. Y mira que lo había hablado conmigo misma…

Quedé con un amigo para contarle algunas cosas que habían pasado en mi vida. Mi drama con mi novio y mis últimos dramas nocturnos. Todo iba estupendo. Estábamos sentados en el salón de su casa en el suelo, encima de unos cojines hippies con una cachimba de frambuesa y ya varios botellines de cerveza agotados.

Se lo conté todo, las historias de por la noche, las salidas, las borracheras, mi vida en la residencia. Me encontraba muy a gusto y estaba teniendo esa sinceridad con él, sin saber si era por amistad o por efecto de la cerveza.

Habrán sido las historias pero me di cuenta de que sus ojos, como quizás las de cualquier otro tío se iban de vez en cuando a mis tetas. Llevaba un escote sutil. me suele gustar enseñarlas un poco para que estéis alerta pero esta vez me estaba poniendo nerviosa. Quizás el hecho de contarle que el alcohol me hace perder la cabeza mientras me acababa mi cuarto botellín me hacía estar mas atenta a mi de todo. Y creo que a pesar de ser un amigo, no deja de ser un tío y estaba observando el panorama de una chica borracha que contaba que al ponerse ciega hace locuras.

La sinceridad se convirtió en una tierna confianza y noté que cada vez estaba más cerca. Estábamos apoyados en su sofá y su cabeza cada vez estaba a menos distancia de la mía. Estaba atontada contando y contando cuando noté su mano girar mi mejilla y sus labios hacer contacto con los míos.

Nos empezamos a enrollar y a mover y entrelazar nuestras lenguas. Notaba su lengua dentro de mi boca humedeciéndome y moviéndose.

  • No, no, para. No más locuras.

A pesar de mi no, noté su mano en mi escote bajándome la camiseta.

  • No, no, no.

Mi negativa fue interrumpida por su lengua, mintiéndose otra vez en mi boca y su mano entrando dentro de mi sujetador. Estaba cogiéndome las tetas mientras me besaba. Noté como me las cogía con fuerza y me las apretaba sin dejarme decir nada por culpa de su lengua.

En un instante se paró, se separó, cogió mi mano y se la llevó a su pantalón. Llevaba chándal y al poner mi mano noté lo cachondo que estaba.

  • No, no, no podemos hacer nada.

No decía nada, se limitó exclusivamente a apartarse el pantalón y a dejarla fuera.

  • Joder, estas enorme.

Me volvió a poner la mano, esta vez directamente en su polla.

La note, estaba duro, caliente. Mi puño cogía su base y la puntita sobre salía un poco. Cuando le bajé la piel vi que de su puntita salía una gotita de liquido. Estaba cachondo. Lo toque con un dedo. Tenia la punta mojada.

Se estaba despertando la Teresa guarra que hay en mi. Creo que él lo sabía. Me empezó a acariciar el pelo y me di cuenta de esa batalla en mi interior entre la chica correcta y la guarra. Estaba mirándolo y su polla me estaba mirando. Sabía que, o me levantaba y me iba o se la iba a mamar.

Notaba sus caricias por mi pelo y mi rostro como si fuese una llamada a abrir mi boca.

No pude mas y simplemente me incliné hacia delante dejándome caer sobre su polla. Mi boca se abrió sola y note como entraba dentro. Fue casi inconsciente, cerré mis labios casi al instante de notarlo dentro para apretarle la punta y que notara la fuerza de mi boca.

Me lo metí hacia dentro. No me cabía, notaba ya que me entraba en la garganta y aun faltaba unos centímetros para metérmelo entero. Me lo saqué y volví a metérmelo llegando otra vez hasta el mismo punto.

Me lo volví a sacar y empecé a mamarle su punta. Me metía toda la puntita y me la sacaba con ritmo mientras pensaba en hacerlo entrar todo.

Lo he probado a veces, cuando abres la boca entera y dejas pasar la polla atravesando toda la garganta. Es una sensación que no da placer pero os vuelve locos. El como os ponéis cuando nos la tragamos entera.
No sé porqué estaba pensando en eso mientras se la chupaba, pero en uno de esos vaivenes de mi boca empecé a bajar. Su punta atravesó mi paladar, pasó mi úvula, se metió por mi garganta y la atravesó unos pocos centímetros mientras mi nariz se hundió contra su cintura.

Me la saqué rápidamente, lo miré y volví a repetir mi hazaña. Ahí estaba yo. Me había vuelto a tragar una polla entera.

Se la seguí chupando hasta notarlo. Se estaba mojando. Cuando me la sacaba de mi boca y escupía salía mi saliva mezclada con su excitación.

No se cuanto tiempo pasé chupando y comiendo. Me notaba la boca con su sabor, pero aun estaba duro. Firme delante de mi, derritiéndose pero aun empalmado.

Después de otra tanda de mamar y comer en la que volví a notar el sabor de su semen sin que llegase a palpitar me lo saqué…

  • ¿Quieres correrte en mi boquita?
relatos eróticos, Me estoy volviendo guarra, Tienda Afrodita

Hola,
Encantados de conocerte.

Regístrate para recibir contenido interesante en tu bandeja de entrada, cada mes.

PROTECCIÓN DE DATOS: De conformidad con las normativas de protección de datos, le facilitamos la siguiente información del tratamiento
Responsable: Afrodita Store
Fines del tratamiento: Gestionar el envío de boletines de noticias o newsletter
Derechos que le asisten: acceso, rectificación, portabilidad, supresión, limitación y oposición. Más información del tratamiento en la Política de privacidad.

Deja una respuesta

Selecciona la moneda
USD Dólar de los Estados Unidos (US)

Descubre más desde Tienda Afrodita

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo